jueves, 22 de septiembre de 2011

De vuelta

Artículo redactado por Delia para Red Canguro

Casi todos los que hemos porteado en alguna ocasión conocemos el “efecto somnífero” que suelen tener los portabebés en sus pequeños usuarios.

Cuando se trata de bebes pequeños, llevarlos en un portabebés es la forma más cercana a lo que para ellos era conocido, los nueve meses que pasaron dentro de la barriga de mamá, oyendo su corazón y constantemente en movimiento. ¿Donde pueden encontrarse ahora más tranquilos que cerca del sonido de ese corazón, oliendo a mamá y meciéndose mientras ella anda? ¿Y qué decir de los brazos de papá? Es el sitio donde se pueden relajar completamente y dormirse sin peligro. No es por ello poco frecuente que se queden dormidos pocos momentos después de colocarlos en el portabebé, y no es raro que la gente con la que nos cruzamos nos comente “mira que bien, que a gustito va ahí”

.

A veces cuando se trata de niños más mayorcitos es precisamente el portabebé la solución cuando no conseguimos que se relajen para poder hacer la siesta. El modo en el que podemos conseguir que desconecten de todos los estímulos que tienen a su alrededor y que no quieren perderse aunque estén completamente agotados.

En nuestro caso, más de una tarde salimos a pasear con M en el meitai a la espalda de papá porque en casa no había forma de que descansara, siempre había cosas nuevas que ver y cerrar los ojos para descansar significaba perdérselas, así que ni acunándole, ni dándole de mamar lográbamos que descansara lo que necesitaba, con el resultado de tener un bebe cansado e irritable. Si se subía a la espalda de papá y salíamos a dar un paseo rápidamente se relajaba y se dormía en el meitai, con lo que llegábamos al final del día con un bebe descansado y risueño.

Más tarde, en torno a los 15 meses al volver a casa después del trabajo tuve que volver a utilizar “la magia del fular”

. Recogía a M de la guardería sin haber hecho su siesta, volvía a casa con el en el fular, y si al llegar lo bajaba se lanzaba sobre sus juguetes y las cosas de la casa y tenía mil descubrimientos más importantes que dormir. Volvíamos a tener al final del día un bebe agotado. Cambié entonces las costumbres, llegábamos a casa, nos quitábamos el abrigo y sin bajar del fular me daba un par de vueltas por el pasillo. No hacía falta más de dos vueltas para sentir como su cuerpecito iba relajándose, cambiaba la respiración y pronto tenía que sujetarle la cabecita. Entonces ya podía dejarlo sobre nuestra cama para que el descansara.

Hoy con casi 2 añitos y después de no haber querido saber nada de “los trapos”

durante una temporada,todavía sigue relajándose cuando salimos a dar un paseo con un canguro a la espalda o en la bandolera y le puedo sentir o ver cómo acomoda la cabecita para poder descansar con mayor comodidad.

¿Qué debemos tener en cuenta para los momentos en los que nuestro niño se duerme en el portabebé?

No podemos olvidar sujetar su cabecita, esto es especialmente importante en el caso de bebes pequeñitos aunque no esten dormidos, ya que no tienen fuerza en el cuello para sostener el peso de su cabeza, siempre debemos subir la tela del fular hasta las orejitas de nuestro bebe. En el caso de niños más grandes, y cuando les llevamos a la espalda tenemos que estar atentos a las “señales” que nos indican que se ha quedado dormido, en seguida vamos a distinguir cambios en su respiración, en el tono muscular, en los movimientos… que nos van a indicar que el niño ha “entrado en modo siesta”

. Es el momento de sujetarles la cabeza.

Muchas mochilas y meitais llevan capuchas o baberos que se pueden emplear para sostener la cabeza de un niño dormido. En el caso de los fulares podemos emplear la misma tela del fular o utilizar otro pañuelo para ello. Si llevamos al bebe en cruz envuelta delante podemos emplear una de las bandas laterales, si lo llevamos a la espalda podemos aflojar un poco el nudo y pasar la tela sobre su cabeza para sostenerle. Si utilizamos otro pañuelo no será necesario que desajustemos el nudo, y puede resultar más sencillo sobre todo en nudos a la espalda.

No hay comentarios: